martes, 14 de marzo de 2017

R. L. Stevenson: "El extraño caso del doctor Jekyll y Mr.Hyde".

El señor Utterson, prestigioso abogado que vivía en Londres, daba uno de sus habituales paseos con el señor Enfield, cuando, al toparse con una extraña puerta, este último le cuenta una historia de un tal Mr. Hyde, que había atropellado sin pudor a una niña, dejándola gritando y agonizante. Enfield describe a Hyde como el demonio en persona, y Utterson decide no preguntar sobre el tema. Utterson ya ha oído hablar de ese tal Hyde anteriormente; en el testamento de su buen amigo, el doctor Jekyll. En el caso de que este desapareciera o muriese, todos los bienes que le pertenecían irían a manos que, según el abogado, no deberían. Decide hablar con su amigo Jekyll, pero no obtiene ninguna respuesta.

Un año después, el señor Carew, miembro de la cámara de los Lores, es hallado muerto, y una señora, tomada como testigo, atribuye el asesinato a Edward Hyde. Utterson se dirige a hablar con Jekyll al que encuentra con aspecto enfermizo, y el doctor le entrega una carta. Observó que la caligrafía de Hyde era muy parecida a la de Jekyll y comenzó a sospechar. Durante un tiempo, el doctor se comportó de un modo normal. Paseaba, trabajaba, cenaba con sus colegas. Pero tras un desagradable episodio con su amigo, el doctor Lanyon, llevó una vida de total reclusión. Enfield y Utterson, en otro de sus paseos acuden al patio del doctor Jekyll y mantienen una breve y sobrecogedora charla con él. Pasados los días, Poole, el mayordomo de Jekyll sorprende a Utterson en su casa, presa del pánico. Afirma que alguien ha matado a su amo, y el abogado corre hacia el laboratorio de Jekyll, encontrando muerto a Hyde. Tras este episodio, el señor Utterson lee la carta que su amigo Jekyll le dejó, donde este confiesa que él se transformaba en aquel monstruo asesino tras un experimento que se le fue, lamentablemente, de las manos.

Me ha gustado mucho el libro, me han encantado las reflexiones sobre la vida, el subconsciente y la maldad humana. Creo que Stevenson tiene razón, lo único que puede derrotar a una persona es ella misma, sus vicios, inseguridades y la búsqueda fácil de la felicidad. La vida son simplemente dos días y tenemos que aprovecharla al máximo, para no arrepentirnos al final.

Es un libro muy recomendable y que engancha bastante.
                                                                      

ALEJANDRO MARTÍN. 4ºA

__

No hay comentarios:

Publicar un comentario